Escribo tu nombre en el mundo, a cada paso que exprimo, con cada aliento que exhalo… para que no quede duda, de que tu huella está siempre presente. Que voy sin pena ni gloria, deambulando, como aquel que busca, pero nunca encuentra. Nómada en apuros de besar una estrella, de buscar la veta añil del atardecer. De empeño en ganar contra mí misma, esta guerra al destino desteñida. Guerra que no cesa, que una y otra vez me alcanza. Por más duro que escape, por más que huya (que me esconda) de su llamada, por más que corra en dirección contraria. De lastres que se concatenan al bullicio del paso del tiempo, de ruido desordenado que se arremolina dentro de mí. De mis entrañas.
Esta obra cuyo autor es Noemí Quesada está bajo una licencia de Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional de Creative Commons.